Mujeres en fase de confianza y semilibertad internas en el Centro de Readaptación de
Mujeres de Ilopango y en la Granja Penitenciaria de Izalco, participan en un
cineforo con el fin de compartir un espacio para la distensión, a la vez que se
motiva la reflexión desde el argumento de la película, como paso previo al
inicio de los programas que ACISAM implementará en 2015.
Somos guerreros.
Once were Warriors: La película presentada en la Granja
Penitenciaria de Izalco es traducida al español como “Somos guerreros” o
“guerreros de antaño”, una producción que data de 1994 y se ubica en Nueva
Zelanda; dirigida por Lee Tamahori.
Las mujeres se mostraron compenetradas durante los 99 minutos
del largometraje, que según ellas, muestra claramente las consecuencias de la
violencia manifestada en múltiples dimensiones: sexual, intrafamiliar,
psicológica, económica y física.
Furia, indignación, y cólera fueron las emociones que
aparecen entre las respuestas a la pregunta: ¿qué sentimos?, al finalizar la
película.
Las participantes caracterizaron los personajes de la
historia, un ejercicio que permitió a varias de ellas establecer una relación
con sus historias de vida, donde se descubren víctimas de la violencia en todas
sus tipificaciones, dentro de una historia de sumisión ante una figura
masculina que en su fuerza física envuelve toda la violencia machista y el
control absoluto del poder en el hogar, estableciendo relaciones que transgreden
la armonía y el respeto en el grupo familiar.
El argumento de la película también aborda con detalle la
manifestación de la violencia sexual, de modo que la pantalla perfectamente
estructurada con cuatro pliegos de papel bond y una cantidad considerable de
tirro, adherida a la pared de una habitación que cubre unos 20 camarotes se
convirtió en un espejo, según se pudo notar en las respuestas a la pregunta:
¿alguien se vio reflejada en alguno de los personajes?
El desenlace de Somos guerreros, propone una salida
liberadora a la sumisión de Beth, la protagonista de la película; quien decide
volver a su origen ancestral solamente con sus hijos, liberándose del hombre
violento; lo cual representó un respiro a la tensión que generó el ejercicio de
la violencia machista sobre Beth y su familia.
Entre las principales conclusiones de la reflexión colectiva
se deja ver la importancia de revisar en la historia de vida, aquellas
situaciones significativas que han marcado heridas y dolor, para poder
otorgarles un nuevo significado que las transforme en un recurso propio para
continuar con una nueva disposición el río de la vida; que trae y lleva
piedras, pero también fluye y se renueva constantemente.
Perfume de violetas
(nadie te oye).
Es la primera de una trilogía dirigida y producida por Maryse
Sistach y José Buil sobre el abuso sexual ejercido en contra de las
adolescentes en México.
Yessica es una joven de 15 años que vive en un barrio pobre
de México junto a su madre, 3 hermanastros y su padrastro. Entre otras tareas
del hogar, es la designada para atender el trabajo reproductivo de Jorge, su
hermanastro mayor, quien se comportó como un verdadero proxeneta al recibir
dinero a cambio de permitir las reiteradas violaciones sexuales por parte del
conductor de un medio de transporte público en contra de Yessica.
A mediados del año escolar, Yessica fue expulsada, por lo que
debe acudir a una nueva escuela. A continuación se muestra un extracto del
diálogo entre la maestra y Yessica durante el momento de su incorporación a la
primera clase:
-Maestra: Para que tus compañeros te conozcan, preséntate.
-Yessica: Me llamo Yéssica.
-Maestra: ¡Repítelo un poco más fuerte!
-Yéssica: Extrae de su boca la goma de mascar, la pega sobre
su pupitre de manera desafiante y responde:
¡Me llamo Yéssica Avendaño! (Fija sus ojos furiosos y
evidentemente maquillados en los ojos de su maestra).
-Maestra: ¿Cuántos años tienes, en donde vives, y por qué
llegas a la escuela a medio año?
- Yessica: Tengo 15
años y vivo en la Colonia Santo Domingo, y llegué aquí porque me cacheteé a la
prefecta de mi otra escuela”.
- Maestra: ¿Que te cacheteaste a quién?
-Yessica: Ya le dije, ¡me expulsaron!
Esta fue la antesala de la amistad entre Yéssica y Miriam. El
aroma a violetas esparciéndose del cabello de Miriam funcionó como refrigerante
capaz de dibujar una sonrisa en el rostro enfurecido de Yéssica Avendaño. Este
momento marca el punto en el que se apoya el nudo de la película, pues las dos
adolescentes construyen una relación de amistad muy fuerte, que comienza a
verse afectada por las consecuencias de no saber escuchar y de callar la
violencia sexual. Una tragedia marca el desenlace inesperado de perfume de
violetas.
Durante el análisis de la película la participación fue
bastante dinámica, las mujeres tomaron la palabra y compartieron sus
reflexiones al establecer la relación entre el relato fílmico y su historia:
“Tenemos en
común que nosotras también vivimos la pobreza y la soledad. Aquí todas somos de
familias pobres. Todas hemos tenido una vida sufrida y con escasos
recursos económicos”.
“Nunca hay que
guardar silencio, debemos buscar una
ayuda para nuestros problemas”.
“Al igual que a
Jessica, a mí me expulsaban a cada rato y constantemente recibía castigos,
recuerdo que me dejaban detrás de la puerta. También me intentaron violar, y di
gracias a dios cuando mi tío se murió (el que me intentó violar). Uno cuando
crece así, está acostumbrada a la violencia, porque es una forma de
defenderse”.
El cineforo es una técnica de intervención psicosocial que la
Asociación de Capacitación e Investigación para la Salud Mental (ACISAM) retoma
para despertar la reflexión y la construcción colectiva en torno a temáticas de
interés social. Al finalizar la película se desarrollan ejercicios para la
descarga emocional.
Un segundo objetivo de los cineforos fue promover la
participación en los programas que se realizarán en el año: Programa psicosocial
de reflexión vivencial, curso de capacitación pre laboral y el curso de emprendimiento
para el beneficio de las internas.
Esta ha sido la primera actividad del año 2015 en el marco de
las acciones que ACISAM en coordinación con la Dirección General de Centros
Penales (DGCP), con el apoyo de Horizont 3000 y la contribución financiera de
la Unión Europea desarrolla al interior de la Granja Penitenciaria de Izalco y
el Centro de Readaptación de Mujeres de Ilopango para favorecer la
rehabilitación y la reinserción social de las mujeres privadas de libertad.